domingo, 25 de septiembre de 2011

"Sonríe"

 
Hugh Newman és un hombre que trabaja de validador en un pequeño puesto de Los Angeles.
Éste hombre todavía no ha descubierto la magia de la felicidad.
 Su vida es una rutina triste, aburrida, y sin nada de emoción.
Un día, una chica de Nueva York, decide mudarse a L.A. para convertirse en una fotografa profesional.
La vida de esta chica llamada Victoria, es lo contrario a la de Hugh.
 Ella siempre está dispuesta a ser feliz, en todo momento y ante cuanquier situación.
Victoria decide pasasrse por el lugar donde trabaja Hugh para validar su tiquet, y con su encanto, le consigue sacar su primera sonrisa desde hace varios meses.

El sueco ( 2ª parte dictado)

Pero no me dan miedo las armas, o no habría tomado mi carrera dilectiva.
Yo seguía mirando con miedo esa pistola que me apuntaba, aunque sabía que no sería capaz de disparar.
Algo le impulsó a desconfiar de mí, quizá un rumor de esos a cuya divulgación son dadas las malas lenguas, pero él no parecía temerle a nada.
-tranquilicese, usted no tiene nada que temer de mí, soy pespicaz y aunque no tenga el placer de conocerle correctamente, estoy seguro de que está tan tranquilo como yo-me dijo muy seguro, como si no estuviera en juego mi vida.
a pesar de todo, no he dejado de pensar que es un hombre de bien, basta con oirle hablar para darse cuenta del tipo de persona que és.
No sabía que decir, así que me quedé parado en la puerta contemplando la pistola,  y el sueco, seguía sentado en la cama con los ojos clavados en mí y  el rostro inexpresivo perdido sin duda en sus pensamientos.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Un extraño para mí

Una noche de verano mientras dormía tuve un sueño, yo vivía sin complicaciones, era de otro planeta y no quería regresar, ya que allí en aquel lugar, lejos quedaban los disgustos y cerca la felicidad. Entonces un sonido fuerte me despertó. Había dejado ese “viaje a la galaxia” y ya me encontraba en el mundo real, cuando me di cuenta de quien estaba en el otro lado de la puerta. Un hombre de bien, con el cual hace unos años nos juntábamos sin motivos y soñábamos con vivir de la felicidad, del rock´ n roll y sintiendo lo mejor. Pero de eso hacía ya mucho tiempo.
Ahora él había cambiado, ya no escuchaba Zz top, ahora me parecía un extraño que solo le importaba el dinero. Cuentan todos en la calle, que hubo una revolución cuando decidió cambiar de vida y se metió en el cuerpo de policía. Estaba claro que había cambiado. Yo quería que su vida, fuera como la mía y le dejé entrar en mi habitación con el fin de hacerle entrar en razón, pero el sacó su pistola. “No me dan miedo las armas” le dije mirando esa pistola que me apuntaba. No sé qué fue, lo que le impulsó a desconfiar  tanto de mí, como para venir a arrestar a un viejo amigo a esas horas de la madrugada, quizá fue un rumor de esos cuya divulgación son dadas las malas lenguas. Pero a pesar de todo lo que le dijera, el seguía sentado en mi cama con los ojos clavados en mí y el rostro
inexpresivo perdido sin duda en sus sentimientos.  
Entonces me amenazó con dispararme. Me quedé parado sin saber qué hacer, pero él me agarró del brazo y me dijo que el pasado lo dejara aparte, porque él había cambiado, y al parecer yo también.